domingo, 24 de agosto de 2008

Maquinismos


Siempre me han dicho que cuando te levantas varios dias de la cama, sin ganas de hacer lo que tengas que hacer, o lleves mucho tiempo haciendo lo mismo, y tu vida sea un continuo déjà vu, es hora de introducir un cambio. Creo que la rutina es algo bueno y necesario solo hasta cierto punto. Cuando tus días son todos iguales, tu cuerpo lo nota, y paulatinamente empieza a trabajar como una máquina, tanto en eficiencia, como en falta de raciocinio y sentimiento. No creo que estemos diseñados para funcionar así. Quiero mas de la vida. 


Creo que esa fue una de las razones por las que me mudé aquí. Cambiando de entorno es mas fácil cambiar de costumbres. No hay referentes sensoriales que te remitan a un conjunto de costumbres adquiridas.
Un amigo mio pasó un tiempo en Italia. Cuando llegó allí, sin conocer a nadie, se presentó con otro nombre, quizá el que le gustaría haber tenido siempre. Me decía que en esa situación puedes ocultar mejor tus defectos adquiridos a lo largo de años, y de dominio público para tus allegados. Le resultaba liberador, en cierto modo, permitirse un nuevo comienzo, en un nuevo entorno.

Es la eterna historia del nómada. Del que no quiere echar raíces, y las ve como cadenas.

Desde que llegué llevo una vida desorganizada. Me levanto tarde, salgo a buscar algún trabajo en la ciudad. Camino, deambulo. Cada esquina que tuerzo en el centro me sorprende con imágenes nunca vistas, me dejo perder, derivo.  Pese a que este pasatiempo me hace muy feliz, me embarga un sentimiento amargo de que no durará mucho.
Pronto conoceré estas calles como la palma de mi mano, sabré que se esconde tras cada recodo, se perderá esa emoción, la sorpresa. La ciudad dejara de ser una joven amante loca y se convertirá en una esposa fiel.

Intento huir de la connotación. Cuando llevo demasiado tiempo en un lugar comienzo a asociar experiencias a entornos concretos. La primera vez que cambié de ciudad, se debió a que se me rompía el corazón al pasar a diario por la calle donde me dejó mi primera novia.

A veces camino tanto que sin darme cuenta me salgo de la ciudad. Paso el arco romano y me encuentro entre pinos, cerca del arroyo donde los chavales tiran piedras. Entonces me doy cuenta de que anochece, y deshago el camino andado, perdiéndome de nuevo entre las luces de los cafés del centro y su cacofonía de músicas y conversaciones diferentes

A mi lado vive el panadero. Se llama Daniel, es la primera persona que he conocido aquí. En contraposición conmigo, Daniel lleva una de las vidas mas rutinarias y ordenadas que he conocido.
Nunca ha salido de Eutropia, y según dice el mismo, no siente necesidad de ello. Madruga muchísimo. Siempre a la misma hora se levanta, se quita las legañas en el baño, desayuna, besa a su esposa, y camina a la panadería a comenzar a hornear el pan. A mediodía vuelve a casa a comer, duerme un rato, y baja al centro a jugar al dominó.

Supongo que no le va tan mal. Al fin y al cabo, Daniel parece mucho mas feliz que yo.

M.

3 comentarios:

. dijo...

no creo que Daniel sea mas feliz que tu simplemente Daniel no se plantea otra cosa, puede que nunca haya intntado encontrarse a si mismo,ni salir d lo q le han dado hecho, puede que nunca nadie le haya empujado a dar ese paso y tb puede q se haga mayor y q no conozca nada mas en la vida. el no querer complicarse muchas veces lleva a seguir haciendo lo mismo evadiendo todos tus sueños y voces interiores,es como si t taparas los oidos para seguir viviendo en tu burbuja d felicidad establecida y estereotipada. por otra parte se q es dificil no asociar recuerdos a un sitio pero ahi está el error, no por conocer algo mucho va a dejar d sorprenderte, si tu vida depende del aqui y ahora y no de lo q fué, siempre puedes star abierto a nuevas experiencias y situaciones en sitios que ya tnias relacionados, quien sabe si en esa misma esquina dnd t dejo tu novia sta la chica d tu vida esperandote...

Lola Hermosilla dijo...

A mi me gustaría aprender a ser Feliz como Daniel, pero sin embargo hago como tu amigo y me presento con distintos nombres....

Lola Hermosilla dijo...

asi a veces tb soy feliz